En el día mundial del agua, la especialista en nutrición recordó los problemas más frecuentes que se padecen por falta de una adecuada hidratación y la importancia de tomar el líquido a diario.
Por Rosario Cordova. 22 marzo, 2016.La licenciada Silvia Rodríguez, nutricionista del Policlínico Universitario de la Universidad de Piura, dijo que en esta fecha debe recordarse que la principal utilidad fisiológica del agua es la de servir como medio, donde se producen prácticamente la totalidad de reacciones orgánicas en los seres vivos.
“En muchos procesos metabólicos que se producen en nuestro organismo, el agua reacciona con otras sustancias para generar un compuesto diferente, o al contrario, de alguna reacción se produce agua”, mencionó.
Al referirse a las propiedades del agua, manifestó que elimina sustancias tóxicas que normalmente se generan en el organismo –como la urea, el ácido úrico, etc. – a través de la orina y el sudor. Además, permite la fácil incorporación de las sustancias nutritivas al interior del organismo, ya que sirve como vehículo de las que favorecen la descomposición de los alimentos en moléculas absorbibles.
La nutricionista explicó que los problemas más frecuentes que se padecen por falta de una adecuada hidratación van relacionadas con la excreción insuficiente de sustancias tóxicas del cuerpo a través de los riñones, problemas intestinales (estreñimiento, diverticulosis) y circulatorios; dolores de cabeza (disminución de la termorregulación en el cuerpo); calambres, fatiga, entre otros, relacionados a la deshidratación.
Más agua
Aunque el Organismo Mundial de la Salud señala que la cantidad necesaria de agua en el cuerpo es de 30-35 ml/kg de peso por día, es decir de 1,5 a 2 litros (8 vasos diarios aproximadamente), los alimentos ingeridos durante el día como frutas, verduras, refrescos, sopas, etc., también aportan agua al cuerpo.
Sin embargo, precisa Rodríguez, hay circunstancias que incrementan las necesidades de líquidos en el organismo. Menciona al estrés, la actividad y el ejercicio físico, el aumento de la temperatura ambiental, la fiebre, las pérdidas de líquidos por vómitos y/o diarreas, la diabetes descompensada, las quemaduras, etc.
Ante la pérdida de agua bajo temperaturas extremas o durante la realización de actividad física intensa –que puede llegar a los 2-4 lt/hora– indicó que se deben compensar adecuadamente para evitar alteraciones graves del balance de agua y electrolitos. “Se sugiere su consumo antes de realizar las actividades bajo el calor: una a dos horas antes, 500 ml.; durante la actividad unos 150 ml cada 20 minutos, y, al finalizar la actividad, de 400 a 500 ml.
En el deporte
Para la licenciada Rodríguez, beber agua en la práctica deportiva es fundamental, pero también es aconsejable reponer la pérdida de electrolitos; sobre todo, tomando en consideración un esfuerzo deportivo intenso (mayor a 60 minutos). Según mencionó, durante estos entrenamientos y competiciones las pérdidas de agua pueden retardar la sensación de sed y no completar su nivel óptimo de hidratación.
Debido a que los deportistas difieren en tamaño corporal, en las tasas de sudoración y en sus regímenes de entrenamiento, dijo que es difícil recomendar una estrategia general para todos los atletas. Sin embargo, se recomienda planificarlos con el apoyo de un especialista para que obtengan la información adecuada de la cantidad y el tipo de bebidas que deben consumir antes, durante y después del ejercicio. “En actividades más suaves, basta el agua para la reposición hídrica ya que los electrolitos pueden conseguirse también a través de los alimentos”, afirmó.
Con motivo del Día Mundial del Agua, las reflexiones también se centraron en el cuidado del agua y la importancia del ahorro durante su consumo, para las actividades del hogar.